La Persecución

Cita 1

Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Salmos 105:39.

En el tiempo de prueba que nos espera, Dios pondrá garantía de seguridad sobre todos aquellos que hayan guardado la palabra de su paciencia. Cristo dirá a sus fieles: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”. Isaías 26:20.

El León de Judá, tan temible para los que rechazan su gracia, será el Cordero de Dios para los obedientes y fieles. La columna de nube que significa ira y terror para el transgresor de la ley de Dios, será luz, misericordia y liberación para los que hayan guardado sus mandamientos. El fuerte brazo que hiere a los rebeldes, será fuerte para librar a los leales. Cada fiel será ciertamente recogido. “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Mateo 24:31. (Dios nos Cuida – 9 de Julio).


Cita 2

He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Apocalipsis 16:15 

Un terrible conflicto está delante de nosotros. Nos acercamos a la batalla del gran día del Dios todopoderoso. Lo que está bajo control ahora, entonces quedará suelto. El ángel de la misericordia está plegando sus alas, preparándose para retirarse del trono de oro, para dejar el mundo bajo el dominio de Satanás, el rey que éste se ha escogido, asesino y destructor desde el principio.

Los principados y potestades de la tierra están en amarga revuelta contra el Dios del cielo. Están llenos de odio contra todos los que sirven a Dios, y pronto, muy pronto, se librará la última gran batalla entre el bien y el mal. La tierra será el campo del combate: el escenario del final conflicto y de la victoria final.  (Dios nos Cuida – 24 de Septiembre).


Cita 3

A medida que en diferentes lugares se suscite enemistad contra los que observan el día de reposo del Señor, podría resultar necesario para el pueblo de Dios que se trasladen de esos lugares a otros, donde no enfrenten una oposición tan acérrima.

Dios no les pide a sus hijos que permanezcan en un lugar donde, a causa de hombres impíos, su influencia se anule y sus vidas corran peligro. Cuando la libertad y la vida estén en peligro, no solo tenemos, el privilegio, sino el absoluto deber de ir a lugares donde la gente esté dispuesta a oír la Palabra de vida, y donde las oportunidades para predicar la Palabra sean más favorables.— (Manuscrito 26, 1904.)


Cita 4

Pronto vendrá el tiempo cuando el pueblo de Dios, debido a la persecución, será esparcido en muchos países. Aquellos que hayan recibido una educación completa, estarán en situación ventajosa doquiera les toque estar.—Manuscript Releases 5:280 (1908).  (EUD 129.4-EUD 130.1)


Cita 5

Otro asunto hay de más importancia aún, que debería llamar la atención de las iglesias en el día de hoy. El apóstol Pablo declara que «todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.» (2 Timoteo 3: 12.) ¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en nuestros días? El único motivo es que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los días de Cristo y sus apóstoles.

Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Dios son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la persecución volverá a encenderse.  (Conflicto de los siglos. Pág. 52) Por Will Chavarría, Costa Rica.


Cita 6

Si la sangre de los fieles siervos de Cristo fuese entonces derramada, no sería ya, como la sangre de los mártires, semilla destinada a dar una cosecha para Dios. Su fidelidad no sería ya un testimonio para convencer a otros de la verdad, pues los corazones endurecidos han rechazado los llamamientos de la misericordia hasta que éstos ya no se dejan oír. Si los justos cayesen entonces presa de sus enemigos, sería un triunfo para el príncipe de las tinieblas.  (Conflictos de los Siglos pág. 692.) Por Will Chavarría, Costa Rica.


Cita 7

Tiempos peligrosos nos esperan. Todo el mundo será envuelto en perplejidad y angustia; enfermedades de todas clases se manifestarán en el seno de la familia humana, y la ignorancia que prevalece actualmente acerca de las leyes de la salud producirá gran sufrimiento y la pérdida de muchas vidas que podrían haberse salvado… A medida que la agresión religiosa destruya las libertades de nuestra nación, los que abogan por la libertad de conciencia quedarán en posición desfavorable. Por su propio bien, mientras tienen oportunidad, debieran adquirir conocimientos con respecto a las enfermedades, sus causas, su prevención y su curación. Y los que lo hagan tendrán oportunidad de trabajar en todas partes. Habrá pacientes en abundancia que necesitarán ayuda, no sólo entre los de nuestra fe, sino más aún entre los que no conocen la verdad.

(Dios nos Cuida – 13 de Diciembre).


Cita 8

La prosperidad contribuye a que ingresen en la iglesia multitudes que meramente profesan la religión. La adversidad las elimina de la iglesia.—Joyas de los Testimonios 1:480 (1876).


Cita 9

No está lejos el tiempo cuando cada alma será probada. Se nos presionará para aceptar la marca de la bestia. A aquellos que paso a paso hayan cedido a las demandas mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo, no les resultará difícil ceder a las autoridades imperantes antes que someterse a la burla, los insultos, las amenazas de cárcel y la muerte. La contienda es entre los mandamientos de Dios y los de los hombres. En este tiempo, el oro será separado de la escoria en la iglesia.—Testimonies for the Church 5:81 (1882).


Cita 10

Debido a la falta de persecución, han ingresado en nuestras filas hombres que aparentan estar firmes y tener un cristianismo incuestionable, pero quienes, si la persecución surgiese, se apartarían de nosotros.—El Evangelismo, 264-265 (1890).


Cita 11

Cuando se invalide la ley de Dios la iglesia será zarandeada por pruebas terribles, y una proporción más elevada de la que ahora anticipamos, prestará atención a espíritus seductores y a doctrinas de demonios.—Mensajes Selectos 2:422 (1891).


Cita 12

Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza en el mundo como el pecador común.—Servicio Cristiano Eficaz, 52 (1893).


Cita 13

Las filas raleadas serán llenadas por aquellos a quienes Cristo representó como viniendo a la undécima hora. Hay muchos con quienes el Espíritu de Dios está contendiendo. El tiempo de los juicios destructores de Dios es el tiempo de la misericordia para aquellos que [hasta el momento] no han tenido oportunidad de aprender qué es la verdad. El Señor los mira con ternura. Su corazón misericordioso se conmueve, su mano todavía se extiende para salvar, mientras la puerta se cierra para aquellos que no quisieron entrar. Será admitido  un gran número de los que en los últimos días oirán la verdad por primera vez.—Carta 103, 1903.


Cita 14

Estandarte tras estandarte quedaba arrastrando en el polvo, mientras que una compañía tras otra del ejército del Señor se unía al enemigo, y tribu tras tribu de las filas del enemigo se unía con el pueblo de Dios observador de los mandamientos.—Joyas de los Testimonios 3:224 (1904). EUD 154.3-EUD 155.1


Cita 15

Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Isaías 26:20.

En el día de la dura prueba [Cristo] dirá: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; encóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”. ¿Cuáles son las cámaras en las cuales habrán de esconderse? Son la protección de Cristo y sus ángeles. El pueblo de Dios no estará en ese tiempo en un solo lugar. Formará grupos esparcidos por toda la tierra. Vi a los santos abandonar las ciudades y los pueblos, y juntarse en grupos para vivir en los lugares más apartados. Los ángeles les proveían comida y agua, mientras que los impíos sufrían hambre y sed.

Durante la noche pasó ante mí una escena sumamente impresionante. Parecía haber gran confusión y lucha de ejércitos. Un mensajero del Señor se paró ante mí y dijo: “Llama a tu familia. Yo os conduciré; seguidme”. Me llevó por un oscuro pasaje a través de un bosque; luego por un desfiladero de las montañas, y dijo: “Aquí estarás segura”. Había otros que habían sido llevados a aquel retiro. El mensajero celestial dijo: “El tiempo de prueba vendrá como ladrón en la noche, como el Señor anunció que vendría”.

En el período final de la historia de esta tierra, el Señor obrará poderosamente en favor de los que se mantengan firmemente por lo recto… En medio del tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existiese nación, sus escogidos permanecerán inconmovibles. Satanás con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios. Los protegerán ángeles excelsos en fortaleza, y Jehová se revelará en su favor como “Dios de dioses”, que puede salvar hasta lo sumo a los que ponen su confianza en él. En el tiempo de angustia que vendrá inmediatamente antes de la venida de Cristo, los justos serán resguardados por el ministerio de los santos ángeles; pero no habrá seguridad para el transgresor de la ley de Dios. Los ángeles no podrán entonces proteger a los que estén menospreciando uno de los preceptos divinos. (Dios no cuida – 21 de Diciembre).


Cita 16

Así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. Isaías 49:25.

Cuando los que honran la ley de Dios hayan sido privados de la protección de las leyes humanas, empezará en varios países un movimiento simultáneo para destruirlos. Conforme vaya acercándose el tiempo señalado en el decreto, el pueblo conspirará para extirpar la secta aborrecida. Se convendrá en dar una noche el golpe decisivo, que reducirá completamente al silencio la voz disidente y reprensora.

El pueblo de Dios—algunos en las celdas de las cárceles, otros escondidos en ignorados escondrijos de bosques y montañas—invocan aún la protección divina, mientras que por todas partes grupos de hombres armados, instigados por legiones de ángeles malos, se disponen a emprender la obra de muerte. Entonces, en la hora de supremo apuro, el Dios de Israel intervendrá para librar a sus escogidos…

Multitudes de hombres perversos, profiriendo gritos de triunfo, burlas e imprecaciones, están a punto de arrojarse sobre su presa, cuando de pronto densas tinieblas, más sombrías que la oscuridad de la noche, caen sobre la tierra. Luego un arco iris, que refleja la gloria del trono de Dios, se extiende de un lado a otro del cielo, y parece envolver a todos los grupos en oración. Las multitudes encolerizadas se sienten contenidas en el acto. Sus gritos de burla expiran en sus labios. Olvidan el objeto de su ira sanguinaria. Con terribles presentimientos contemplan el símbolo de la alianza divina, y ansían ser amparadas de su deslumbradora claridad.

Los hijos de Dios oyen una voz clara y melodiosa que dice: “Enderezaos” y, al levantar la vista al cielo, contemplan el arco de la promesa. Las nubes negras y amenazadoras que cubrían el firmamento, se han desvanecido, y como Esteban, clavan las miradas en el cielo, y ven la gloria de Dios y al Hijo del hombre sentado en su trono.

Mientras todo el mundo esté sumido en tinieblas, habrá luz en toda morada de los santos. Percibirán la primera vislumbre de su segunda aparición. (Dios no cuida – 22 de Diciembre).


Cita 17

Todos los hacedores de la Palabra de Dios serán bendecidos abundantemente. Cualesquiera sean las cruces que deban cargar, las pérdidas que puedan tener o la persecución que deban afrontar, aun cuando ésta significara la pérdida de la vida temporal, serán ampliamente recompensados, porque se les asegura la vida que se mide con la vida de Dios. Al perder sus vidas por el nombre de Cristo ganan una vida que durará por las edades eternas. Caminan bajo la dirección del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación. Verán su rostro y su nombre estará en sus frentes. (—Carta 48, del 21 de enero de 1897, dirigida a los “Hermanos Daniells y Salisbury”, dirigentes de la obra en Australia.)


Cita 18

He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mateo 10:16.

Satanás instiga a los hombres a ejecutar sus propósitos contra Dios. El Señor ha dicho: “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones”. Éxodo 31:13. Nadie debiera desobedecer este mandamiento con el propósito de escapar de la persecución. Antes bien, consideremos todos las palabras de Cristo: “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra”. Mateo 10:23. Si ello puede evitarse,

no se coloquen ustedes mismos bajo el poder de hombres a quienes anima el espíritu del anticristo. Si el pago de una fianza puede librar a nuestros hermanos de las manos de estos opresores, que se la pague, antes que sean oprimidos y obligados a trabajar en sábado. Debiera hacerse todo lo que podamos para que aquellos que están dispuestos a sufrir por causa de la verdad sean librados de la opresión y la crueldad.

La historia de la persecución religiosa desde la caída de Adán hasta el presente revela mucha crueldad, perfidia e intriga corrupta. Satanás está conduciendo todavía a los hombres para que luchen por el dominio de otras mentes, y todo este esfuerzo está encaminado a contrarrestar el “Así dice el Señor”. Cristo murió como víctima del espíritu de masa creado por el prejuicio religioso de su propia nación. Otros sufrirán en manera semejante, pero no tendrán que soportar el peso de la maldición por la transgresión de la ley de Dios, como lo hizo Cristo en favor de un mundo pecaminoso.

El Señor fortalece a todos los que le buscan con todo el corazón. Les da su Santo Espíritu, la manifestación de su presencia y favor. Pero los que abandonan a Dios a fin de salvar sus vidas serán abandonados por El. Al tratar de salvar sus vidas mediante la renuncia a la verdad, perderán la vida eterna. El afecto natural de los familiares y amigos no debiera inducir a ningún alma que percibe la luz a rechazarla, deshonrando así a Dios el Padre y a Jesucristo, su Hijo unigénito. Como muchos lo hicieron en los días de Cristo, quienes escogen la aprobación de los hombres antes que el favor de Dios fabricarán toda clase de excusas para desobedecer.

Si se prefiere a la esposa, los hijos, el padre o la madre antes que a Cristo, los resultados de esta elección permanecerán a través de las edades eternas con todo su peso de responsabilidad. Todos los que tengan fe genuina serán examinados y puestos a prueba… Mientras mayor sea la influencia para el bien de un hombre que está bajo el control del Espíritu de Dios, más incitado se sentirá el enemigo a dar rienda suelta a su envidia y celos por medio de la persecución religiosa. Pero todo el Cielo está del lado de Cristo, no del anticristo. Todos los que aman a Dios y están dispuestos a participar de los sufrimientos de Cristo, serán honrados por Dios.

—Manuscrito 9, del 26 de enero de 1900, “Nuestro deber bajo la persecución”. (Alza tus Ojos – 26 de Enero).


Cita 19

No debemos tener miedo de ser peculiares cuando el deber nos lo exige para exaltar y glorificar al Señor…No busquen la peculiaridad por el sólo hecho de ser raros, sino con el motivo de evitar el pecado y la deshonra a Dios. Y en este caso no nos han de importar ni siquiera las multitudes que estén en nuestra contra.

La más amarga oposición dirigida por los que odian la gran norma moral de justicia de Dios no deberían sacudir, ni lo harán, al alma firme que confía plenamente en Dios… Los que sean hacedores de la palabra estarán edificando sólidamente. Ni la tempestad ni la tormenta de la persecución conmoverán sus cimientos porque sus almas están arraigadas a la Roca eterna.

Carta 108, del 28 de octubre de 1886, a su hermana mayor y a su esposo quienes no habían aceptado la verdad del sábado. (Alza tus Ojos – 28 de Octubre).


Cita 20

Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Juan 15:20.

Los seguidores de Cristo deberían recordar que toda palabra de maldad que se pronunció contra Jesús, todas las injurias que El recibió, ellos, sus seguidores, deben soportarlas por causa de su nombre…

Si El, que era puro, santo e inmaculado, que hizo bien y solamente el bien en nuestro mundo, fue tratado como un vil criminal y condenado a muerte sin una mínima prueba en su contra, qué pueden esperar sus discípulos sino un trato similar, no importa cuán intachable sea su vida y su carácter.

Las leyes humanas elaboradas por agentes satánicos con el pretexto de proteger el bien, y restringir la perversidad, serán exaltadas en tanto los santos preceptos de Dios serán despreciados y pisoteados…

La apostasía es lo que obra en los hijos de desobediencia para acallar la voz de quienes los están llamando a la obediencia, y provocan a los fieles para que sean desleales como Caín provocó a Abel. Un espíritu demoníaco toma posesión de los hombres en nuestro mundo… La inteligencia de Satán… desgarrará y destruirá al hombre formado a la semejanza divina porque… [el hombre] no puede controlar la conciencia de su hermano y hacerlo traidor a la santa Ley de Dios, porque él mismo es desobediente como Caín… El mundo está representado en las iglesias apóstatas que están hollando la Palabra de Dios, transgrediendo su santa ley. No saben de qué espíritu son, ni tampoco el fin del oscuro túnel por el que avanzan. Están apresurando el paso, engañados, alucinados, ciegos, hacia la primera y segunda muerte. La inmensa marea de la voluntad y la pasión humanas los está conduciendo a cosas con las que ni soñaron cuando desecharon la ley de Jehová por las invenciones del hombre…

—Manuscrito 104, del 28 de septiembre de 1897, “Condenado por los judíos”. (Alza tus Ojos – 28 de Septiembre).


Cita 21

—Manuscrito 153, del 9 de noviembre de 1903, “A través de la naturaleza al Dios de la naturaleza”. (Alza tus Ojos – 9 de Noviembre).


Cita 22

Ha hecho las fortalezas de las colinas eternas a fin de que sean un lugar seguro para que su pueblo se oculte. Ha preparado las montañas y las cavernas para sus hijos perseguidos y oprimidos. Podemos cantar: “Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza en el momento de prueba”. El que creó las elevadas montañas y las colinas eternas debe ser el objeto de nuestra contemplación.

—Manuscrito 100, del 20 de agosto de 1898, “La naturaleza nos habla de Dios”. (Cada Día con Dios – 20 de Agosto).


Cita 23

Muchos de los que pretenden creer en la verdad cambiarán de opinión en los momentos de peligro, y se pondrán de parte de los transgresores de la ley de Dios para evitar la persecución. Habrá una profunda humillación de corazón delante de Dios por parte de los que quieran permanecer fieles y leales hasta el fin. Pero Satanás trabajará de tal manera sobre los elementos no consagrados de la mente humana, que muchos no aceptarán la verdad tal como Dios lo indica…

Manuscrito 15, del 1 de noviembre de 1878, “Una invitación a estudiar la Palabra en forma más profunda”. (Cada Día con Dios – 1 de Noviembre).


Cita 24

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1.

Cuando seamos tentados a pecar, recordemos que Jesús está intercediendo por nosotros en el santuario celestial. Cuando abandonamos nuestros pecados y venimos a él con fe, toma nuestros nombres en sus labios, y los presenta a su Padre diciendo: “Los tengo esculpidos en las palmas de mis manos; los conozco por nombre”. Y la orden sale a los ángeles para protegerlos.

Luego en el día de terrible prueba dirá: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”. Isaías 26:20. ¿Cuáles son los aposentos en los que han de esconderse? Son la protección de Cristo y de los santos ángeles. El pueblo de Dios no está en ese tiempo todo en un solo lugar. Están en diferentes grupos y en todas las partes de la tierra; y ellos serán probados individualmente, no en grupos. Cada uno tiene que soportar la prueba por sí mismo.

Nunca hubo un tiempo cuando el pueblo de Dios haya tenido mayor necesidad de reclamar sus promesas como ahora. Atraviese la mano de la fe la oscuridad y aférrese al brazo de poder infinito. Mientras hablamos de la necesidad de separarnos del pecado, recordemos que Cristo vino a nuestro mundo a salvar pecadores, y que “puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios”. Hebreos 7:25.

Es nuestro privilegio creer que su sangre es capaz de limpiarnos de todo borrón y mancha de pecado… Si caéis en tentación, no os desaniméis. Esta promesa viene resonando hasta nuestros días: “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. Por esta sola promesa, un continuo canto de gratitud debiera salir de los labios de los mortales. (En los Lugares Celestiales – 14 de Septiembre).


*Las citas de este libro se actualizan constantemente

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