Cita 1
Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros… Para asegurarnos los beneficios de su inmutable consejo de paz, Dios dio a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa. “Un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro”. Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo… El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad envuelta en el seno del Amor Infinito. Cristo se postró en humildad incomparable, para que al ser exaltado al trono de Dios, también pudiese exaltar a aquellos que creen en él a un asiento con él sobre su trono. (Dios nos Cuida – 3 de Marzo).
Cita 2
El Señor de la vida y la gloria vistió su divinidad de humanidad para mostrar al hombre que Dios, mediante el don de Cristo, quiere unirnos con él. (Dios nos Cuida – 9 de Agosto).
Cita 4
Tierno, compasivo, lleno de simpatía hacia los demás, representó el carácter de Dios y estuvo constantemente ocupado en el servicio para Dios y el hombre.”— (Testimonies for the Church 8:286).
Cita 5
“La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad, y con esta fortaleza pudo resistir todas las tentaciones que Satanás le opuso; y sin embargo, guardó su alma sin mancha de pecado. Y este mismo poder para vencer, ofrece a cada hijo e hija de Adán que acepta por fe los atributos de justicia de su carácter.”—The S.D.A. Bible Commentary 7:927.
Cita 6
“El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero despojado de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu para ser su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos.”—El Deseado de Todas las Gentes, 606.
Cita 7
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Hebreos 4:15.
Cristo se humilló y tomó nuestra naturaleza, conoce nuestras necesidades y ha soportado las más difíciles tentaciones que el hombre deba soportar, ha vencido al enemigo al resistir sus sugestiones, a fin de que el hombre pueda aprender a ser vencedor. Fue revestido con un cuerpo como el nuestro, y en todo respecto sufrió lo que sufrirá el hombre, y muchísimo más. Nunca se nos demandará que suframos como sufrió Cristo, pues los pecados no de uno sino de todo el mundo fueron colocados sobre Cristo. Sufrió la humillación, el reproche, sufrimiento y muerte para que siguiendo su ejemplo pudiéramos heredar todas las cosas. —Manuscrito 65, 1894.
Cita 8
El que había dicho: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar” (Juan 10:17), salió de la tumba a la vida que estaba en él mismo. Murió la humanidad, no murió la divinidad.
—Mensajes Selectos 1:354-356.
Cita 9
—Manuscrito 24, del 22 de febrero de 1898, “La vida de Cristo sobre la tierra”. (Alza tus Ojos – 22 de Febrero).
Cita 10
—Manuscrito 58, tema presentado el 19 de mayo de 1905, “La obra en Washington”. (Alza tus Ojos – 19 de Mayo).
Cita 11
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y verdad”. Juan 1:14. El que se menciona aquí como el Verbo es el Hijo de Dios, el Comandante de las cortes celestiales y el que vino a este mundo para revelar los asuntos celestiales a los seres humanos caídos. El es el camino, la verdad y la vida. Es el Verbo que estuvo con Dios antes que el mundo fuese. Al revestir su divinidad de humanidad, llegó a poseer ambas naturalezas, la divina y la humana. Y debido a esto, fue plenamente capaz de lograr la absoluta redención para la raza humana, y su restauración a los privilegios de una vida más elevada.
Comenzó su existencia terrenal como lo hacen los seres humanos, llegando a este mundo como un bebé indefenso. Y mientras estuvo aquí, vivió la vida que todo ser humano puede vivir si recibe el don excelso que el Señor proveyó para nuestro mundo al enviar a su Hijo a cumplir el plan de salvación.
—Manuscrito 161, del 1 de julio de 1903, “El peligro de rechazar la luz”. (Alza tus Ojos – 1 de Julio).
Cita 12
E indiscutiblemente, grande es el ministerio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. 1 Timoteo 3:16.
Cita 14
“Sean cuidadosos, sumamente cuidadosos en cómo se ocupan de la naturaleza humana de Cristo. No lo presenten ante la gente como un hombre con tendencia al pecado. Él es el segundo Adán. El primer Adán fue creado como un ser puro y sin pecado, sin una mancha de pecado sobre él; era la imagen de Dios. Podía caer, y cayó por la transgresión. Por causa del pecado su posteridad nació con propensiones inherentes a la desobediencia. Pero Jesucristo era el unigénito Hijo de Dios. Tomó sobre sí la naturaleza humana, y fue tentado en todo sentido como es tentada la naturaleza humana. Podía haber pecado; podía haber caído, pero en ningún momento hubo en Él inclinación alguna al mal. Fue asediado por las tentaciones en el desierto como lo fue Adán por las tentaciones en el Edén.” Comentario Bíblico 7ª, pg. 445/3 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 15
“Nació sin una mancha de pecado, pero vino a este mundo de la misma manera como viene cada miembro de la familia humana. “Inocente e inmaculado, andaba entre los irreflexivos, los toscos y los descorteses.” Comentario Bíblico 7ª pg. 451 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 16
“Eviten toda cuestión en relación con la humanidad de Cristo que pueda ser malentendida. La verdad corre muy cerca del sendero de la presunción. Al tratar de la humanidad de Cristo necesitan ser sumamente cuidadosos en cada afirmación, para que vuestras palabras no sean interpretadas haciéndolas significar más de lo que implican y así pierdan u oscurezcan la clara percepción de la humanidad de Cristo combinada con su divinidad. “Nunca dejen, en forma alguna, la más leve impresión en las mentes humanas de que una mancha de corrupción o una inclinación hacia ella descansó sobre Cristo, o de que en alguna manera se rindió a la corrupción. “Fue tentado en todo como el hombre es tentado, y sin embargo es llamado ‘el santo ser’ (Lucas 1:35). Que Cristo pudiera ser tentado en todo como nosotros y sin embargo fuera sin pecado es un misterio que no ha sido explicado a los mortales. La encarnación de Cristo siempre ha sido un misterio, y siempre seguirá siéndolo. Lo que se ha revelado es para nosotros y para nuestros hijos; pero que cada ser humano permanezca en guardia para que no haga a Cristo completamente humano, así como uno de nosotros, porque eso no puede ser.” Comentario Bíblico 7ª, pg. 446 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 17
“El Hijo de Dios se humilló y tomó la naturaleza del hombre después que la raza humana ya hacía cuatro mil años que se había apartado del Edén y de su estado original de pureza y rectitud. Durante siglos el pecado había estado dejando sus terribles marcas sobre la raza humana, y la degeneración física, mental y moral prevalecía en toda la familia humana.” 1MS pg. 313.1 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 18
“Cristo tomó sobre sí la humanidad por nosotros. Revistió su divinidad, y la divinidad y la humanidad se combinaron. Mostró que la ley que Satanás declaró que no podía guardarse, sí podía guardarse. Cristo tomó la humanidad para estar aquí en nuestro mundo, a fin de mostrar que Satanás había mentido. “Tomó la humanidad sobre sí para demostrar que, con la divinidad y la humanidad combinadas, el hombre podía guardar la ley de Jehová. Si separan la humanidad de la divinidad, ustedes pueden tratar de labrar su propia justicia desde ahora hasta que Cristo venga, y no lograrán otra cosa que un fracaso.” FO pg. 71.3 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 19
“En el cielo, Satanás había odiado a Cristo por la posición que ocupara en las cortes de Dios. Le odió aún más cuando se vio destronado. Odiaba a Aquel que se había comprometido a redimir a una raza de pecadores. Sin embargo, a ese mundo donde Satanás pretendía dominar, permitió Dios que bajase su Hijo, como niño impotente, sujeto a la debilidad humana. Le dejó arrostrar los peligros de la vida en común con toda alma humana, pelear la batalla como la debe pelear cada hijo de la familia humana, aun a riesgo de sufrir la derrota y la pérdida eterna.” DTG pg. 32.4 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)
Cita 20
“Por su vida y su muerte, Cristo logró aún más que restaurar lo que el pecado había arruinado. Era el propósito de Satanás conseguir una eterna separación entre Dios y el hombre; pero en Cristo llegamos a estar más íntimamente unidos a Dios que si nunca hubiésemos pecado. Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros. ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito’ (Juan 3:16). Lo dio no sólo para que llevase nuestros pecados y muriese como sacrificio nuestro; lo dio a la especie caída. Para asegurarnos los beneficios de su inmutable consejo de paz, Dios dio a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa. ‘Un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro.’ Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo. Es ‘el Hijo del hombre’ quien comparte el trono del universo. Es ‘el Hijo del hombre’ cuyo nombre será llamado: ‘Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz’ (Isaías 9:6). El YO SOY es el Mediador entre Dios y la humanidad, que pone su mano sobre ambos. El que es ‘santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores,’ no se avergüenza de llamarnos hermanos (Hebreos 7:26; 2:11). En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo están ligadas. Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito.” DTG pg. 17.1 (Cortesía de Will Chavarría – Costa Rica)