Cita 1
El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue “la lluvia temprana”, y glorioso fue el resultado. Pero la lluvia tardía será más abundante.—Joyas de los Testimonios 3:211 (1904).
Cita 2
Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre sus hijos.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 517 (1911).
Cita 3
Podemos estar seguros de que cuando el Espíritu Santo sea derramado, los que no recibieron y apreciaron la lluvia temprana no verán ni entenderán el valor de la lluvia tardía.—Testimonios para los Ministros, 399 (1896).
Cita 4
Los que no hacen esfuerzos decididos, sino que simplemente esperan que el Espíritu Santo los fuerce a obrar, perecerán en las tinieblas. No habéis de sentaros tranquilamente y permanecer ociosos en la obra de Dios.—Servicio Cristiano Eficaz, 283 (1903).
Cita 5
En ese tiempo, descenderá la “lluvia tardía” o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder: a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas.—Primeros Escritos, 86 (1854).
Cita 6
Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas generales, las reuniones de la iglesia local y todas las oportunidades en que se trabaja personalmente por las almas, son las ocasiones señaladas por Dios para dar la lluvia temprana y la tardía.—Testimonios para los Ministros, 508 (1897).
Cita 7
Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de Pentecostés.—Joyas de los Testimonios 2:69 (1882).
Cita 8
No hay nada que Satanás tema tanto como que el pueblo de Dios despeje el camino quitando todo impedimento, de modo que el Señor pueda derramar su Espíritu sobre una iglesia decaída y una congregación impenitente […]. Cada tentación, cada influencia opositora, ya sea manifiesta o secreta, puede ser resistida con éxito, “no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Zacarías 4:6.—Mensajes Selectos 1:144-145 (1887).
Cita 9
Cuando la iglesia haya dejado de merecer el reproche de indolencia y pereza, el Espíritu de Dios se manifestará misericordiosamente. La potencia divina será revelada. La iglesia verá las dispensaciones providenciales del Señor de los ejércitos.—Joyas de los Testimonios 3:308 (1909).
Cita 10
Cuando las iglesias lleguen a ser iglesias vivientes y laboriosas, se les dará el Espíritu Santo en respuesta a su sincero pedido […]. Entonces se abrirán las ventanas del cielo para los aguaceros de la lluvia tardía.—(The Review and Herald, 25 de febrero de 1890).
Cita 11
¿Esperamos ver que se reavive toda la iglesia? Ese tiempo nunca llegará. Hay personas en la iglesia que no están convertidas y que no se unirán a la oración ferviente y eficaz. Debemos hacer la obra individualmente. Debemos orar más y hablar menos.—Mensajes Selectos 1:142 (1887).
Cita 12
Podemos estar seguros de que cuando el Espíritu Santo sea derramado, los que no recibieron y apreciaron la lluvia temprana no verán ni entenderán el valor de la lluvia tardía.—Testimonios para los Ministros, 399 (1896).
Cita 13
Dios tiene joyas en todas las iglesias, y no nos corresponde lanzar arrolladoras acusaciones contra el llamado mundo religioso.—Comentario Bíblico Adventista 4:1205 (1893).
Cita 14
El Señor tiene sus representantes en todas las iglesias. No se les han presentado a estas personas las verdades especiales, que son la piedra de toque para estos últimos días, en circunstancias que despierten convicción en su corazón y en su mente; por lo tanto, al rechazar la luz, no han cortado su relación con Dios.—Testimonies for the Church 6:70-71 (1900).
Cita 15
Entre los católicos hay muchos que son cristianos muy concienzudos y que caminan en toda la luz que brilla sobre ellos, y Dios obrará en su favor.—Testimonies for the Church 9:243 (1909).
Cita 16
En el capítulo 18 del Apocalipsis se exhorta al pueblo de Dios a que salga de Babilonia. Según este pasaje de la Escritura, muchos del pueblo de Dios deben estar aún en Babilonia. ¿Y en qué comunidades religiosas se encuentra actualmente la mayoría de los discípulos de Cristo? Sin duda alguna, en las varias iglesias que profesan la fe protestante.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 433 (1911).
Cita 17
A pesar de las tinieblas espirituales y del alejamiento de Dios que se observan en las iglesias que constituyen Babilonia, la mayoría de los verdaderos discípulos de Cristo se encuentran aún en el seno de ellas.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 441 (1911).
Cita 18
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Salmos 46:10. NB 280.1
Me fue mostrado que si los hijos de Dios no hacen esfuerzo de su parte, sino que aguardan a que el refrigerio venga sobre ellos y elimine sus males y corrija sus errores; si confían en que esto los limpiará de la inmundicia de la carne y del espíritu, y los hará idóneos para dedicarse al fuerte clamor del tercer ángel, serán hallados faltos. El refrigerio o poder de Dios desciende únicamente sobre aquellos que se han preparado para ello haciendo la obra que Dios les invita a hacer, que consiste en purificarse de toda inmundicia de la carne y del espíritu y en perfeccionar su santidad en el temor de Dios. Joyas de los Testimonios 3:214.
Cita 19
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2 Timoteo 2:19.
Antes que sea completamente terminada la obra y finalice el sellamiento del pueblo de Dios, recibiremos el derramamiento del Espíritu Santo de Dios.
Ángeles del cielo estarán en nuestro medio. Nuestro Padre celestial no exige de nuestras manos lo que no podemos realizar. Desea que su pueblo trabaje fervientemente para cumplir el propósito que le ha asignado. Han de orar en busca de poder, esperar poder y recibir poder, a fin de que puedan crecer hasta la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús.
No todos los miembros de la iglesia están cultivando la piedad personal; por lo tanto, no comprenden su responsabilidad personal. No comprenden que es su privilegio y su deber alcanzar la alta norma de la perfección cristiana… ¿Estamos esperando la lluvia tardía, aguardando confiadamente un día mejor en que la iglesia ha de ser dotada con poder de lo alto y habilitada así para la obra? La lluvia tardía nunca refrigerará y vigorizará a los indolentes que no usen las facultades que Dios les ha concedido. Nos hallamos en gran necesidad de la atmósfera pura y vivificadora que nutre y fortifica la vida espiritual. Necesitamos un fervor cada vez mayor. (Dios no cuida – 16 de Diciembre).
Cita 20
Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo de cada uno. Zacarías 10:1.
No necesitamos preocuparnos por la lluvia tardía. Todo lo que debemos hacer es mantener limpio el recipiente y ponerlo hacia arriba, listo para recibir la lluvia celestial, y perseverar en oración: “Haz que la lluvia tardía llene mi vasija. Que la luz del ángel glorioso que se une con el tercer ángel brille en mí; dame una parte en la obra; déjame proclamar el mensaje; permíteme ser el colaborador de Jesucristo”. Así, buscando a Dios, permítanme decirles que El está permanentemente preparándolos, dándoles su gracia. No necesitan preocuparse. No necesitan estar pensando que llegará un momento especial cuando serán crucificados. El tiempo de serlo es justamente ahora. Cada día, cada hora el yo ha de morir; ha de ser crucificado; y entonces, cuando llegue el momento y sobrevenga la prueba en serio al pueblo de Dios, los brazos eternos los rodearán. Los ángeles del Señor forman un muro de fuego en torno de ustedes y los liberan. La total crucifixión del yo no servirá de nada entonces. Debe [realizarse] antes que el destino de las almas sea decidido. Ahora es el tiempo de crucificar el yo; cuando hay una tarea que efectuar; cuando todavía podemos hacer uso de cada talento que nos ha sido confiado.
Ahora hemos de vaciar el recipiente y purificarlo totalmente de sus impurezas. Ahora hemos de ser hechos santos para con Dios. Esta es nuestra obra, éste es el momento preciso. No deben esperar que llegue un tiempo especial para realizar la maravillosa tarea que debe hacerse; el tiempo es hoy. Yo me rindo al Señor hoy… ¿Están ustedes listos para entregarse ahora? Deben abandonar el pecado en cuanto lo ven… No se pongan un margen para ir venciéndolo por etapas, ni abandonarlo de a poco. Ahora, mientras oigan el llamado de hoy, presten atención a la invitación y no endurezcan sus corazones. Oh, alma mía, ¿por qué no abandonar hoy lo abominable? El pecado crucificó a mi Señor. ¿Por qué no apartarse de él con repugnancia? ¿Por qué no amar las cosas que Cristo amó y odiar las que El odió? El hizo una provisión lo suficientemente amplia como para que ustedes puedan, por medio de El, ser más, sí, más que vencedores.
—Manuscrito 35, del 26 de septiembre de 1891, “Se necesita la obra y el bautismo del Espíritu Santo”. (Alza tus Ojos – 26 de Septiembre).
Cita 21
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