Crecimiento Espiritual

Cita 1

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. Salmos 40:8.

El verdadero buscador, que lucha para ser semejante a Jesús en palabra, vida y carácter, contemplará a su Redentor y, al observarlo, será transformado a su imagen, porque anhela tener la misma disposición y la misma mente que hubo en Cristo Jesús…

El amor, la piedad, la ternura, la cortesía, la amabilidad cristiana, que serán los elementos característicos de las mansiones celestiales que Cristo ha ido a preparar para los que le aman, toman posesión de su alma. Su propósito es firme. Está determinado a colocarse del lado de la justicia. La verdad se ha abierto camino a su corazón, y está implantada allí por el Espíritu Santo, quien es la verdad. Cuando la verdad toma posesión del corazón, el hombre da una evidencia segura de esto convirtiéndose en un mayordomo de la gracia de Cristo.
Cada mayordomo tiene su propia obra específica que debe hacer para promover el reino de Dios… Los talentos del habla, la memoria, la influencia, las propiedades, deben amontonarse para la gloria de Dios y la promoción de su reino. El bendecirá el uso debido de esos dones.   (Dios nos Cuida – 6 de Agosto).

Cita 2

Esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que… seáis… llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Filipenses 1:9-11.

La dadivosidad es uno de los planes divinos para el crecimiento. El cristiano ha de ganar fortaleza fortaleciendo a otros. “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. Proverbios 11:25.  Esta no es meramente una promesa. Es una ley divina, una ley por la cual Dios establece que los arroyos de benevolencia fluyan continuamente de vuelta hacia su fuente, como las aguas de lo profundo se mantienen en constante circulación. En el cumplimiento de esta ley encontramos el secreto del crecimiento espiritual.. (Dios nos Cuida – 24 de Agosto).

ESTE TEXTO POSIBLEMENTE SEA UNA DE LAS PROMESAS MAS IMPRESIONANTES ACERCA DE LA DADIVOSIDAD, POR QUE NO SOLAMENTE ES UNA PROMESA, SINO QUE LA PROMESA DIVINA, DIOS LA HA CONVERTIDO EN UNA LEY PARA EL MISMO,  QUE LA VA A CUMPLIR CON EL SER HUMANO QUE SEA DADIVOSO. HAY QUE NOTAR QUE LA DADIVOSIDAD PROMUEVE EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL DEL HOMBRE.


Cita 3

El nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. 2 Tesalonicenses 1:12.

Muchos anhelan crecer en la gracia; oran al respecto, y se sorprenden de que sus oraciones no reciban respuesta. El Señor les ha encomendado una obra que los ayudará a crecer. ¿De qué vale orar cuando hay que efectuar cierta obra? Lo que interesa es lo siguiente: ¿Se afanan por salvar las almas por quienes Cristo murió? El crecimiento espiritual depende del hecho de que transmitamos a los demás la luz que Dios nos ha dado a nosotros. En vez de afligiros con la idea de que no estáis creciendo en gracia, cumplid cada obligación que se os presente, llevad el peso de las almas en vuestro corazón, y tratad de salvar a los perdidos por todos los medios imaginables. (Dios nos Cuida – 26 de Agosto).


Cita 4
Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Romanos 13:14.

 

Todo individuo, por decisión propia, se aparta de Cristo al no albergar su Espíritu y seguir su ejemplo, o entra en una unión personal con Cristo por la renuncia propia, la fe y la obediencia. Cada uno de nosotros debe elegir por sí mismo a Cristo, puesto que él nos eligió primero.

Esta unión con Cristo debe ser realizada por aquellos que están naturalmente enemistados con él. Es ésta una relación de total dependencia, en la que debe entrar un corazón orgulloso. Es una obra minuciosa y muchos de los que profesan ser seguidores de Cristo no saben nada de ella. Nominalmente aceptan al Salvador, pero no como el único gobernante de sus corazones…Renunciar a su propia voluntad, tal vez a los objetos preferidos de afecto y empeño, requiere un esfuerzo, y muchos vacilan, abandonan y retroceden.

Pero esta batalla debe ser librada por cada corazón verdaderamente convertido. Debemos luchar con las tentaciones externas e internas. Debemos obtener la victoria sobre el yo, crucificando los afectos y las concupiscencias; y entonces comienza la unión del alma con Cristo… Después que esta unión se ha producido, se la puede conservar sólo mediante esfuerzo permanente, ferviente y penoso.  (Dios nos Cuida – 27 de Agosto).


Cita 5

Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese. Lucas 12:35-36.

Ahora es el momento de prepararnos para la venida de nuestro Señor. La preparación para salir a su encuentro no puede lograrse en un momento. En preparación para esta solemne escena, debiéramos esperar en actitud vigilante y velar, combinando todo ello con trabajo ferviente.

Así glorifican a Dios sus hijos. En medio de las agitadas escenas de la vida, se oirán sus voces pronunciando palabras de ánimo, fe y esperanza. Todo lo que tienen y son está consagrado al servicio del Maestro…

No debemos descansar hasta ver muchas almas convertidas a la bendita esperanza del regreso del Señor. El mensaje para este tiempo es positivo, sencillo y de la más profunda importancia. Debemos obrar como hombres y mujeres que lo creemos. Esperar, vigilar, trabajar, orar, amonestar al mundo: he aquí nuestra obra. (Dios nos Cuida – 29 de Agosto).


Cita 6

Al ceder voluntariamente a la evidencia de la verdad, y al caminar en la luz que alumbra nuestra senda, recibimos aún más luz. (Dios nos Cuida – 10 de Septiembre).


Cita 7
Los infinitos tesoros de la verdad se han ido acumulando de siglo en siglo. Ninguna ilustración podría impresionarnos adecuadamente con la extensión y la riqueza de estos vastos recursos… Estas gemas de verdad han de ser recogidas por el pueblo remanente de Dios, para ser dadas al mundo; pero la suficiencia propia y la dureza de corazón desechan el tesoro bendito. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. Tal amor no puede ser medido, ni puede ser expresado. Juan insta al mundo a mirar “cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”. 1 Juan 3:1. Es un amor que sobrepuja todo entendimiento.

Cita 8
Los que profesamos ser sus testigos en la tierra, sus embajadores de la corte del cielo, hemos de glorificar a Aquel que representamos siendo fieles portaluces en el mundo. Todo aquel que al fin obtenga la vida eterna, manifestará aquí celo y devoción en el servicio a Dios. No abandonará el puesto del deber ante la prueba, la tribulación o el vituperio. Será un diligente estudiante de las Escrituras, y seguirá la luz a medida que ésta brilla en su camino.

Cuando se le presente una clara demanda bíblica, no se detendrá a preguntar: ¿Qué dirán mis amigos si me uno con el pueblo de Dios? Cuando conozca su deber lo cumplirá de corazón y con valor. Jesús dice que no se avergüenza de llamar hermanos a estos seguidores íntegros. El Dios de verdad estará de su lado y nunca los abandonará.

Toda aparente pérdida por causa de Cristo les será contada como una ganancia infinita.  (Dios nos Cuida – 30 de Noviembre).


Cita 9
Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos. Levítico 20:26.
Muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya Sumo Sacerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plenamente la imagen de Jesús.

Vi que muchos descuidaban la preparación tan necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Habían descuidado la necesaria preparación, y por lo tanto no podían recibir el refrigerio que todos deben tener para poder vivir en la presencia de un Dios Santo.

Quienes… no purifiquen sus almas mediante la obediencia a toda la verdad… llegarán al tiempo de las plagas, y entonces echarán de ver que les hubiera sido necesario ser tallados y escuadrados para la edificación. Pero entonces no habrá ya tiempo para ello ni tampoco Mediador que abogue por ellos ante el Padre.

Antes de ese tiempo se habrá promulgado la solemne declaración que dice: “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. Apocalipsis 22:11.

Vi que nadie podía participar del “refrigerio” a menos que venciera todas las tentaciones y triunfara contra el orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y toda palabra y obra mala. Por lo tanto, debemos nosotros acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la preparación necesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla, el día del Señor.

Recuerden todos que Dios es santo y que únicamente seres santos podrán morar alguna vez en su presencia. Hemos de velar hoy para no ofender ni en palabras ni en hechos…Debemos buscar a Dios hoy, y estar resueltos a no permanecer satisfechos sin su presencia. Debemos velar, obrar y orar como si éste fuese el último día que se nos concede. ¡Qué intenso fervor habría entonces en nuestra vida! ¡Cuán estrechamente seguiríamos a Jesús en todas nuestras palabras y acciones! (Dios nos Cuida – 5 de Diciembre).


Cita 10

Varias veces por día debieran consagrarse momentos preciosos, áureos, a la oración y al estudio de las Escrituras, aunque solo fuese para memorizar un texto, a fin de que la vida espiritual pueda existir en el alma.—Testimonies for the Church 4:459 (1880).


Cita 11

La preciosa Palabra de Dios es la norma para los jóvenes que desean ser fieles al Rey del cielo. Ellos deben estudiar las Escrituras; deben aprender de memoria un texto tras otro y adquirir un conocimiento de lo que el Señor ha dicho.—Meditaciones matinales, 325 (1887).


Cita 12

Levantad un muro de pasajes de las Escrituras a vuestro alrededor, y veréis que el mundo no puede derribarlo. Memorizad las Escrituras y luego lanzad sobre Satanás un “Escrito está” cuando venga con sus tentaciones. Fue así como nuestro Señor enfrentó y resistió las tentaciones de Satanás.—The Review and Herald, 10 de abril de 1888.


Cita 13

Colgad en la antecámara de la memoria las preciosas palabras de Cristo. Deben ser valoradas mucho más que la plata o el oro.—Testimonies for the Church 6:81 (1900).


Cita 14

Guardad con vosotros una Biblia de bolsillo mientras trabajáis, y aprovechad cada oportunidad para memorizar sus preciosas promesas.—The Review and Herald, 27 de abril de 1905.


Cita 15

Llegará el tiempo cuando muchos serán privados de la Palabra escrita. Pero si esta Palabra está grabada en la memoria, nadie puede quitarla de vosotros.—Manuscript Releases 760:24 (1906).


Cita 16

Estudiad la Palabra de Dios. Memorizad sus preciosas promesas, de tal manera que cuando seamos privados de nuestras Biblias, aún podamos estar en posesión de la Palabra de Dios.—Manuscript Releases 10:298 (1909). . EUD 60.2-EUD 60.8


Cita 17

Los nervios del cerebro que relacionan todo el organismo entre sí, son el único medio por el cual el cielo puede comunicarse con el hombre, y afectan su vida más íntima. Cualquier cosa que perturbe la circulación de las corrientes eléctricas del sistema nervioso, disminuye la fuerza de las potencias vitales, y como resultado se atenúa la sensibilidad de la mente. (Joyas de los Testimonios 1:254.)


Cita 18

La intemperancia de cualquier clase adormece los órganos de la percepción y debilita el poder nervioso del cerebro de manera que las cosas eternas no son apreciadas, sino que son puestas en el mismo plano de lo común. Las facultades superiores de la mente, designadas para propósitos elevados, son esclavizadas por las pasiones más bajas. Si nuestros hábitos físicos no son correctos, nuestras facultades mentales y morales no pueden ser fuertes, porque existe una relación estrecha entre lo físico y lo moral. CSS 104. CPI 181.1-CPI 181.2


Cita 19

Satanás se halla constantemente alerta para colocar por completo bajo su dominio a la raza humana. La forma más poderosa en que él hace presa del hombre es el apetito, que trata de estimular de toda manera posible.  La Temperancia, 14, 13.  CPI 181.3-CPI 182.1


Cita 20

Satanás reunió a los ángeles caídos para planear alguna manera de hacer el mayor daño posible a la familia humana. Se hizo una propuesta tras otra, hasta que finalmente Satanás mismo ideó un plan. Tomaría el fruto de la vid, como también el trigo y otras cosas dadas por Dios como alimento, y las convertiría en venenos que arruinaran las facultades físicas, mentales y morales del hombre y subyugaran de tal forma los sentidos que Satanás lograse el dominio completo. Bajo la influencia del licor los hombres serían llevados a cometer crímenes de toda clase. El mundo se corrompería mediante el apetito pervertido. Haciendo que los hombres tomaran alcohol, Satanás los degradaría cada vez más.

Satanás está cautivando al mundo mediante el uso del licor y del tabaco, el té y el café. La mente dada  por Dios, que debiera mantenerse clara, se pervierte por el uso de los narcóticos. El cerebro queda incapacitado para discernir correctamente. El enemigo obtiene el control. Los hombres han vendido su razón a cambio de aquellas cosas que los enloquecen. No tienen idea de lo que es correcto.  El Evangelismo, 385.  CPI 182.2-CPI 182.3


Cita 21

El té estimula y hasta cierto punto embriaga. Parecida resulta también la acción del café y de muchas otras bebidas populares. El primer efecto es agradable. Se excitan los nervios del estómago, y esta excitación se transmite al cerebro, que, a su vez acelera la actividad del corazón, y da al organismo entero cierta energía pasajera. No se hace caso del cansancio; la fuerza parece haber aumentado. La inteligencia se despierta y la imaginación se aviva.

En consecuencia, muchos se figuran que el té o el café les hace mucho bien. Pero es un error. El té y el café no nutren el organismo. Su efecto se produce antes de la digestión y la asimilación, y lo que parece ser fuerza, no es más que excitación nerviosa. Pasada la acción del estimulante, la fuerza artificial declina y deja en su lugar un estado correspondiente de languidez y debilidad.

El consumo continuo de estos excitantes de los nervios produce dolor de cabeza, insomnio, palpitaciones del corazón, indigestión, temblores y otros muchos males; porque estos excitantes consumen las fuerzas vitales. Los nervios cansados necesitan reposo y tranquilidad en vez de estímulo y recargo de trabajo. El Ministerio de Curación, 250, 251.

Algunos han cedido y usualmente beben té y café. Los que violan las leyes de la salud, se volverán mentalmente ciegos y violarán las leyes de Dios. 19 La Temperancia, 71, 72.  CPI 188.1-CPI 188.4


Cita 22

La única conducta segura consiste en no tocar ni probar té, café, vino, tabaco, opio ni bebidas alcohólicas. La necesidad que tienen los hombres de esta generación de invocar en su ayuda el poder de la voluntad fortalecida por la gracia de Dios, a fin de no caer ante las tentaciones de Satanás, y resistir hasta la menor complacencia del apetito pervertido, es dos veces mayor hoy que hace algunas generaciones. Pero la actual tiene menos dominio propio que las anteriores. Los que han complacido su apetencia por estos estimulantes han transmitido sus depravados apetitos y pasiones a sus hijos, y se requiere mayor poder moral para resistir la intemperancia en todas sus formas. La única conducta perfectamente segura consiste en colocarse firmemente de parte de la temperancia y no aventurarse en la senda del peligro. . CPI 190.1 Dios os ha dado un tabernáculo que cuidar y conservar en la mejor condición para su servicio y gloria. Vuestros cuerpos no os pertenecen. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. 1 Corintios 6:19; 3:16, 17.

Joyas de los Testimonios 1:259, 260. CPI 192.1


Cita 23

Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría. Judas 24.

Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla, él ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y la deformidad del pecado, sino su propio manto de justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de Jehová.

La tentación más poderosa no puede excusar el pecado. Por intensa que sea la presión ejercida sobre el alma, la transgresión es un acto nuestro.

Ni la tierra ni el infierno tienen poder para obligar a nadie a pecar.

Debe haber consentimiento de la voluntad, sometimiento del corazón, pues de otro modo la pasión no puede vencer a la razón, ni la iniquidad triunfar sobre la justicia. Si permanecéis bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel, haciendo fielmente su servicio, nunca tendréis que ceder a la tentación, pues estará a vuestro lado Aquel que es poderoso para guardaros sin caída.

No tenemos motivo para conservar nuestras tendencias pecaminosas… A medida que nos hagamos partícipes de la naturaleza divina, se irán eliminando del carácter las tendencias al mal hereditarias y cultivadas, y nos iremos transformando en un poder viviente para el bien. Al aprender constantemente del Maestro divino, al participar diariamente de su naturaleza, cooperamos con Dios en vencer las tentaciones de Satanás. Dios y el hombre obran de común acuerdo a fin de que éste pueda ser uno con Cristo así como Cristo es uno con Dios. Entonces nos sentaremos juntamente con Cristo en los lugares celestiales, y nuestra mente reposará en paz y seguridad en Jesús. (Dios no cuida – 18 de Diciembre).


Cita 24

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mateo 6:34.

El fiel cumplimiento de los deberes de hoy será la mejor preparación para las tribulaciones del mañana. No debemos añadir a las cargas de hoy los cuidados y perplejidades del mañana. Basta al día su afán. Dios nos da fortaleza para cada día.—Carta 141, del 30 de enero de 1896, dirigida a Edson y Emma White.


Cita 25

Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Salmos 139:4.

Cada hora del día debiéramos comprender que el Señor está cerca, que ve todo lo que hacemos y oye cada palabra que pronunciamos… Las palabras vulgares, terrenales, no cristianas pueden ser representadas como “fuego extraño”, y con ellas Dios no puede tener nada que hacer. La bulliciosa y estrepitosa risa es una negación de Dios en el alma; pues revela que la verdad no rige en el corazón… Por nuestras vanas palabras y ejemplo no cristiano deshonramos a Dios y ponemos en peligro no solo nuestra propia alma sino también el alma de aquellos con quienes nos relacionamos.

“Ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12), dice el apóstol. ¿Por qué con temor y temblor? Para que vuestra voluntad no represente falsamente de ninguna manera vuestra fe santa mediante liviandad, por medio de chanzas, bromas o chistes, dando así a otros la impresión de que la verdad que profesáis no tiene una influencia santificadora sobre el carácter.-The Youth’s Instructor, 14 de julio de 1898.


Cita 26

El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. 1 Pedro 2:22, 23.

El dominio propio es la más grande evidencia de nobleza en un cristiano. Debiéramos imitar el ejemplo de Jesús; pues cuando lo maldecían, no respondía con maldiciones, sino se encomendaba a Aquel que juzga justamente. Nuestro Redentor hizo frente a los insultos y burlas con un silencio sin quejas. Todos los crueles vituperios de la turba asesina que disfrutaba con la humillación de Cristo y su juicio en el tribunal, no pudieron provocar en él una mirada o palabra de resentimiento o impaciencia. Era la Majestad del cielo, y en su puro pecho no había lugar para el espíritu de venganza, sino solo para la compasión y el amor.—The Review and Herald, 24 de Febrero de 1891.


Cita 27

Parece que hubiera una neblina delante de los ojos de muchos, pues no pueden discernir las cosas espirituales y no reconocen la forma en que obra Satanás para entrampar sus almas. Los cristianos no han de ser esclavos de las pasiones; han de ser dominados por el Espíritu de Dios. Pero muchos se convierten en juguetes del enemigo, porque cuando llega la tentación, no descansan en Jesús, sino que con sus preocupaciones se apartan de sus brazos… Fracasamos en nuestras pequeñas dificultades diarias y permitimos que nos irriten y molesten; fracasamos ante ellas y las hacemos piedras de tropiezo para nosotros y para otros. Pero las bendiciones de la mayor importancia son el resultado de soportar pacientemente esas provocaciones diarias; porque hemos de obtener fortaleza para soportar mayores dificultades…

¡Ojalá pudiéramos dominar nuestras palabras y acciones!… Cuánto daño se provoca en el círculo familiar por pronunciar palabras de impaciencia; pues la exclamación impaciente de uno lleva al otro a contestar con el mismo espíritu y en la misma forma.—The Review and Herald, 19 de Mayo de 1891.


Cita 28

La dadivosidad es uno de los planes divinos para el crecimiento. El cristiano ha de ganar fortaleza fortaleciendo a otros. “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. Proverbios 11:25. Esta no es meramente una promesa. Es una ley divina, una ley por la cual Dios establece que los arroyos de benevolencia fluyan continuamente de vuelta hacia tu fuente, como las aguas de lo profundo se mantienen en constante circulación.—The Signs of the Times, 12 de junio de 1901. AFC 165.1


Cita 29

Cultivad sentimientos bondadosos, tiernos y comprensivos, y no los llaméis debilidad, porque son los atributos del carácter de Cristo. Cuidad vuestra influencia… Mediante la santificación del Espíritu creceréis cada vez más a la semejanza de Cristo.—Carta 46, 1898. AFC 210.1


Cita 30

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no práctica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca. 1 Juan 5:18.

Cuando un alma se ha convertido cabalmente, los malos hábitos naturales desaparecen con la ayuda de Cristo, y todas las cosas son hechas nuevas. Entre los que profesan ser siervos de Cristo, debería existir un ferviente propósito, tal como el que manifestó Daniel en la corte de Babilonia. Sabía que Dios era su fortaleza y su escudo, su vanguardia y su retaguardia. Entre las corrupciones que lo rodearon en la corte de Babilonia, se mantuvo libre de las imágenes y los sonidos que podían seducirlo y hacerlo caer en la tentación. Cuando sus deberes requerían que estuviera presente en escenas de orgía, intemperancia y la más baja idolatría, cultivó el hábito de orar silenciosamente, y así lo protegió el poder de Dios. Tener la mente elevada hacia Dios será beneficioso en todo tiempo y lugar… The Youth’s Instructor, 7 de junio de 1894.


Cita 31

El alma que ama a Dios, se complace en obtener fuerza de él mediante una constante comunión con él. Cuando la conversación con Dios se convierte en el hábito del alma, se rompe el poder del diablo, porque Satanás no puede morar cerca del alma que está junto a Dios. Si Cristo es vuestro compañero, no tendréis pensamientos vanos e impuros; no os complaceréis en pronunciar palabras frívolas que afligirán al que ha sido el santificador de vuestra alma… La religión de Cristo refinará el gusto, santificará el juicio, elevará, purificará y ennoblecerá el alma.—The Review and Herald, 3 de diciembre de 1889.


Cita 32

“Cada semilla sembrada produce una cosecha de su especie. Así también es en la vida humana. Todos debemos sembrar las semillas de compasión, simpatía y amor, porque hemos de recoger lo que sembramos. Toda característica de egoísmo, amor propio, estima propia, todo acto de complacencia propia producirá una cosecha semejante…. Dios no destruye a ningún hombre. Todo hombre que sea destruido se habrá destruido a sí mismo. Todo el que ahogue las amonestaciones de la conciencia está sembrando la semilla de la incredulidad y éstas producirán la segura cosecha. Al rechazar la primera amonestación de Dios, el faraón de la antigüedad sembró las semillas de la obstinación y cosechó obstinación…. “Cada acto, cada palabra, es una semilla que llevará fruto. Cada acto de bondad bien pensado, de obediencia o de abnegación, se reproducirá en otros y por medio de ellos aun en otros, así como cada acto de envidia, malicia o disensión es una semilla que brotará en raíz de amargura de la cual muchos recibirán daño.”—Sketches From the Life of Paul, 78, 79.


Cita 33

Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Isaías 6:5.

“Isaías había denunciado el pecado de otros; pero ahora se veía a sí mismo expuesto a la misma condenación que había denunciado en ellos. Se había sentido satisfecho con una fría y hueca ceremonia en su culto a Dios. No se había dado cuenta de esto hasta que tuvo la visión del Señor. ¡Cuán insignificante aparecía ahora su sabiduría y sus talentos al ver la santidad y majestad del santuario! … Cómo se vio a sí mismo está expresado en el lenguaje del apóstol Pablo: ‘¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte?’ Romanos 7:24.

“‘Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas: Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.’ Isaías 6:6, 7. 

“La visión que recibió Isaías representa la condición del pueblo de Dios en los últimos días…. Cuando, por medio de la fe, miran dentro del lugar santísimo y ven la obra de Cristo en el santuario celestial, comprenden que son un pueblo de labios inmundos: un pueblo cuyos labios a menudo hablan vanidad y cuyos talentos no han sido santificados y empleados enteramente para la gloria de Dios. Bien pueden desesperarse al ver el contraste entre su propia debilidad e indignidad y la pureza y hermosura del glorioso carácter de Cristo. Pero si, como Isaías … humillan sus almas delante de Dios, habrá esperanza para ellos.”— The S.D.A. Bible Commentary 4:1138, 1139.


Cita 34

“Una unión con Cristo por medio de una fe viva es duradera; toda otra unión ha de perecer…. Pero esta unión nos costará algo…. Debe haber una penosa obra de separación tanto como una obra de adhesión. Deben ser vencidos el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la mundanalidad, es decir el pecado en todas sus formas, si queremos obtener esta comunión con Cristo. La razón por la cual muchos hallan que la vida cristiana es tan lamentablemente difícil, la razón por qué son tan volubles e inconstantes es porque tratan de allegarse a Cristo sin separarse de todos esos ídolos acariciados.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1143, 1144.


Cita 35

Los cristianos tendrán que pasar por nuevas escenas y nuevas pruebas, donde la experiencia pasada no podrá ser una guía suficiente. Tenemos mayor necesidad de aprender del divino Maestro ahora que en cualquier otro período de nuestra vida. Cuanto más nos acerquemos a la luz pura del cielo, tanto mayor número de defectos discerniremos que es necesario reformar en nosotros. Todos podemos hacer una buena obra en beneficio de los demás, si procuramos el consejo de Dios y lo seguimos con obediencia y fe. La fe de los justos es progresiva, y va de fuerza en fuerza, de gracia en gracia, y de gloria en gloria. La iluminación divina aumentará más y más; corresponderá a nuestros movimientos de adelanto, y nos preparará para afrontar las responsabilidades y emergencias que nos esperan.
Cuando las pruebas os rodean, cuando el abatimiento y la sombría incredulidad dominan vuestros pensamientos, cuando el egoísmo amolda vuestras acciones, no veis vuestra necesidad de Dios, ni de un conocimiento profundo y cabal de su voluntad. No conocéis la voluntad de Dios, ni podéis conocerla mientras vivís para el yo. Confiáis en vuestras buenas intenciones y resoluciones, y la suma principal de vuestra vida se compone de resoluciones hechas y resoluciones quebrantadas. Lo que todos necesitáis es morir al yo, dejar de aferraros a él y entregaros a Dios.

¡Cuán pocos son los que se dan cuenta de que tienen ídolos favoritos y acarician pecados! Dios ve estos pecados que vosotros no veis quizás pero los conserváis, y obra con su podadera para separarlos de vosotros. Todos queréis elegir por vosotros mismos el proceso de purificación. ¡Cuánto os cuesta someteros a la crucifixión del yo! Pero cuando se somete todo a la obra del Dios que conoce nuestras debilidades y nuestra pecaminosidad, él emplea el mejor método para producir los resultados deseados.
Enoc anduvo con Dios por medio de un conflicto constante y una fe sencilla. Todos podéis hacer lo mismo. Podéis convertiros, transformaros cabalmente, ser de veras hijos de Dios, y disfrutar no sólo del conocimiento de su voluntad, sino conducir también por vuestro ejemplo a otros por la misma senda de humilde obediencia y consagración. La verdadera piedad se difunde y comunica. El salmista dice: “No encubrí tu justicia dentro de mi corazón: tu verdad y tu salvación he dicho: no oculté tu misericordia y tu verdad en grande concurso.” Salmos 40:10. Dondequiera que haya amor de Dios, hay también deseo de expresarlo.
Dios os ayude a todos a hacer esfuerzos fervientes para ganar la vida eterna y conducir a otros por la senda de la santidad. . 1JT 427.2-1JT 429.2


Cita 36

Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado. Jeremías 48:11.

Moab no sabía nada acerca del proceso de refinamiento, y el pueblo progresó muy poco moral y espiritualmente. “Quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado”. Una vida monótona no es lo que conduce al crecimiento espiritual. Algunos pueden llegar al más alto nivel de espiritualidad solamente mediante la ruptura del orden regular de las cosas… Dios desea que los seres humanos estén más estrechamente relacionados con El… Por lo tanto, los separa de sus amigos y conocidos.

En todos los cambios que se requiere que hagamos Dios debe ser reconocido como nuestro compañero, como nuestro guía, nuestra fortaleza y nuestra dependencia. Debemos estar siempre en movimiento; avanzando en conocimiento, y de esta manera continuaremos conociendo al Señor. La luz de su conducción estará aparejada como la mañana.

El Señor tiene varias formas de examinar y probar a su pueblo. Vez tras vez ha producido cambios para ver si sus instrumentos humanos guardan sus mandamientos. Cuando en su providencia ve que los cambios son esenciales para la edificación del carácter, interrumpe la suave corriente de la vida. Ordena que estos cambios ocurran para que su obrero no se estanque siguiendo la inclinación natural. Debe hacerse una gran obra, deben quebrantarse las asociaciones a fin de que sean eliminados los obstáculos…Vivimos en un tiempo que exige una decidida acción santificada.

—Carta 59, del 5 de junio de 1901, dirigida a A. G. Daniells. (Alza tus Ojos – 5 de Junio).


Cita 37

Cuando mediante una fe viva nos aferramos del poder de un Cristo viviente; cuando imploramos sus promesas indefectibles y las reclamamos como nuestras; cuando buscamos el poder del Espíritu Santo, estamos comiendo la carne y bebiendo la sangre del Hijo de Dios.

—Manuscrito 77, del 7 de junio de 1902, sermón dado en el lugar de campamentos de Petaluma, California, Estados Unidos, “Lecciones extraídas del segundo capítulo de la segunda epístola de Pedro”. (Alza tus Ojos – 7 de Junio).


Cita 38

Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Juan 6:35.

He recibido la instrucción de decir que no debemos mirar a ningún ser humano para obtener poder o experiencia, ni depender de los hombres para conseguir fortaleza y orientación. Cristo dice: “Miradme a mí”. Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, pero tendrá la luz de la vida”. Me dirijo a los que pretenden ser hijos de Dios.

Vendrán tribulaciones de tal naturaleza que humillarán todos los corazones que se ensalzan. Que nadie sienta que es seguro seguir su propio camino o confiar en el hombre.

El Señor llama a hombres de experiencia, hombres que lleven responsabilidades en su nombre y con su fortaleza, hombres que reciban su gracia comprendiendo su responsabilidad de impartirla a otros.

Los instrumentos del Señor, los hombres que El ha designado, deben recibir sabiduría de Dios en forma individual. Deshonran grandemente al Señor cuando por su seguridad confían en los planes humanos. Con claridad han de verlo a El como su suficiencia, como su fortaleza.

—Manuscrito 78, del 16 de junio de 1902, “El asunto del alimento saludable”. (Alza tus Ojos – 16 de Junio).


Cita 39

 

El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo. Mateo 22:2.

El Señor Dios ha provisto un banquete para toda la raza humana. Se representa en la parábola como una gran cena donde se provee una fiesta para cada alma. Todos los relacionados con esta cena pueden disfrutar del festín, que es el Evangelio. Esta fiesta está abierta a todos los que la reciban. Todos son invitados e instados a ir… Quienes son partícipes de la fiesta de bodas, la fiesta del Evangelio, por medio de este hecho expresan que han aceptado a Cristo como su Salvador personal. Usan sus vestimentas distintivas. Han aceptado la verdad según es en Jesús, que es el manto de la Justicia de Cristo. Sólo glorifican a Cristo los que aceptan la invitación: “Venid pues todo está listo”, vengan a la cena de bodas del Cordero. Estos se ponen el lino blanco, el carácter limpio, puro, mostrando así que dejaron la senda del viejo hombre que vive en su ignorancia. Su lenguaje cambia. Su conversación es totalmente diferente…Todos los que reciben la luz de la Palabra son altamente favorecidos. Esa Palabra es el Pan de Vida para quienes la comen.

—Manuscrito 143, del 17 de octubre de 1898, “La parábola de la fiesta de bodas”. (Alza tus Ojos – 17 de Octubre).


Cita 40

 

Cuando Dios es el tema de todo pensamiento, el objeto del amor, de la reverencia y de la adoración; cuando el Señor Jesús ocupa el primer lugar en la mente, el corazón es purificado de toda contaminación moral. Entonces el alma se transforma en juez certero; cada actitud es sazonada con gracia. La responsabilidad ante un Dios personal y que todo lo ve, coloca a cada ser humano sobre un terreno elevado. Habrá entonces pensamientos profundos y genuina abnegación, porque Dios obra en los corazones de los hijos de su amor, que son su herencia.

—Carta 4, del 23 de diciembre de 1893, dirigida a los “Queridos hermanos y hermanas”. (Alza tus Ojos – 23 de Diciembre).


Cita 41

En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Efesios 2:21, 22.

Si no respondemos a la luz que recibimos, rindiendo obediencia, manteniendo nuestras almas en el amor de Dios, permaneciendo en Cristo, lo que habría sido una bendición, llega a ser una maldición. Es el engañador, no el Espíritu de verdad el que nos hace creer que no podemos llegar a ser puros y santos, un pueblo poderoso, separado del mundo, unidos por el amor mutuo a través de Cristo. No podemos esperar un trato distinto del que recibió nuestro Señor. La enemistad de Satanás contra los seguidores de Jesús será proporcional al servicio de corazón que se brinde a Dios. Los hijos de Dios son más sabios y poderosos cuando la sabiduría y la influencia del mundo se despliega contra ellos, que cuando buscan el favor y compañerismo del mundo. 

El templo judío se construyó con piedras labradas a un gran costo de tiempo, dinero y trabajo. Fueron extraídas de las montañas y trabajadas para ocupar su lugar en el templo, de tal manera que cuando el edificio se completó no hubo sonido de hacha ni de martillo. Las piedras que están en el sagrado templo de Dios no fueron cortadas de los montes de Judea, sino reunidas de entre las naciones. No constituyen un material inerte que necesita martillo y cincel, sino son piedras vivientes que emiten luz. El gran Cortador de la verdad las tomó de la cantera del mundo y las colocó bajo la mano del gran Maestro Constructor, y El las está puliendo en su taller, en este mundo, a fin de que todos los bordes ásperos sean eliminados, y que, mediante los golpes del martillo y del cincel, y escuadradas por la verdad de Dios, pulidas y refinadas, estén listas para ocupar el lugar en el templo espiritual de Dios.

Estamos ahora en el taller del Señor, y el proceso está avanzando en estas horas de prueba, a fin de hacemos idóneos para el templo glorioso. No podemos ser indiferentes y descuidados, y rehusar separarnos del pecado, sino que debemos morir a nuestros defectos de carácter con el anhelo de llegar a ser puros, santos y labrados como piedras de un palacio. Cuando Cristo venga, será demasiado tarde para corregir lo erróneo, para que el carácter cambie, para obtener un carácter santo. Ahora es el día de preparación; ahora es cuando podemos eliminar nuestros defectos. Nuestros pecados serán escudriñados en el juicio, y deben ser confesados y abandonados, a fin de que el perdón sea escrito frente a nuestros nombres. Que el Señor nos ayude para que los que enseñamos la verdad seamos modelos de piedad.

—Carta 60, del 25 de diciembre de 1886, dirigida a Juan Corliss y esposa, pioneros en Australia. (Alza tus Ojos – 25 de Diciembre).


Cita 42

Me acordaré de las obras de JAH; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos. Salmos 77:11, 12.

El futuro nos depara grandes acontecimientos, y deseamos invitar al pueblo para que abandone su indiferencia y se prepare para ese día… No tenemos que abandonar ahora nuestra confianza, sino tener una firme seguridad, más firme que nunca antes. Hasta ahora nos ha ayudado el Señor, y nos ayudará hasta el fin.

Contemplaremos las monumentales columnas, recuerdos de lo que el Señor ha hecho por nosotros, para consolarnos y salvarnos de la mano del destructor. Debemos recordar con nitidez cada lágrima nuestra que el Señor ha enjugado, cada dolor que ha calmado, cada ansiedad que ha eliminado, cada temor que ha disipado, cada necesidad que ha satisfecho, cada misericordia concedida…

Sólo podemos esperar nuevas perplejidades en el conflicto que está por venir, pero podemos considerar tanto lo pasado como lo venidero, y decir: “Hasta aquí nos ayudó Jehová”. 1 Samuel 7:12. “Como tus días serán tus fuerzas”. Deuteronomio 33:25. La prueba no sobrepujará la fortaleza que se nos concederá para resistirla. Emprendamos, entonces, nuestra tarea justamente donde la encontramos, sin una palabra de queja, sin pensar en otra cosa que no sea la seguridad de que recibiremos fortaleza suficiente para hacer frente a la prueba.

Nuestros hijos están en las manos de Dios. Nuestra fe debe despertarse para captar las promesas de Dios, y no debemos quejarnos ni estar tristes, porque si lo hacemos deshonramos a Dios. Debemos tratar de tener una actitud mental que nos llene de alegría y esperanza. La paz de que gozamos en la actualidad no debe ser perturbada por pruebas anticipadas, porque Dios nunca abandonará una sola alma que confíe en él. Dios es más poderoso que nuestros temores.

Si pusiéramos empeño en recordar y enumerar sus misericordias, rememorando los casos cuando Dios obró en nuestro favor y superó nuestros temores, cuando interpuso su poder y su gracia en momentos cuando estábamos sumamente perplejos, y nos sostuvo cuando estábamos a punto de caer, cómo nos consoló cuando estábamos tristes, descubriríamos que manifestar desconfianza en Dios y llenarnos de ansiedad es incredulidad. Recordemos cada día sus misericordias y disfrutemos de ellas. Debemos vivir por fe siempre… Regocíjense siempre en Dios. Alaben hoy a Dios por su gracia y sigan alabándolo cada día.

—Carta 11a, del 19 de febrero de 1884,  dirigida al pastor Urías Smith y Sra. (Cada Día con Dios – 19 de Febrero).


Cita 43

El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros. Lucas 17:20, 21.

El reino de los cielos se puede sentir, pero no se puede ver. La obra que realiza interiormente el Espíritu de Dios se puede comparar con la de la levadura… Cristo ilustra lo que es el corazón humano por medio de esta parábola. La levadura de la verdad, al obrar interiormente, se revelará en la vida. El corazón debe ser purificado de toda inmundicia; el hombre debe estar preparado y debe tener rasgos de carácter que lo capaciten para servir al Señor en cualquier ramo de la obra.

El proceso mediante el cual la levadura transforma la masa en cuyo interior se encuentra, es invisible, pero su influencia continúa hasta que ésta se convierte en pan. De ese modo el Espíritu de Dios debe producir un cambio radical. No se proporcionan facultades nuevas al individuo, sino que se opera un cambio total en el empleo de ellas. Las inclinaciones naturales se suavizan y se someten. Se implantan nuevos pensamientos, nuevos sentimientos y nuevos motivos. Pero aunque cada facultad se regenera, el hombre no pierde su identidad…

Las Escrituras constituyen el gran instrumento que obra esta transformación. Cristo oró: “Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad”. Juan 17:17. Somos colaboradores de Dios en esta gran obra. El instrumento divino necesita la cooperación del instrumento humano… La masa en cuyo interior se ha colocado la levadura representa el corazón del que cree en Jesús y lo recibe. Cristo manifiesta en lo exterior los principios que sólo él puede implantar en el interior del ser. El mundo considera un misterio insoluble a esta clase de seres humanos.

—Manuscrito 82, del 26 de junio de 1898, “La levadura de la verdad”. (Cada Día con Dios – 26 de Junio).


Cita 44

Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13.

Al avanzar paso a paso por el sendero de la obediencia, veremos cuán cierta es la promesa de que los que prosiguen en conocer a Jehová conocerán que como el alba está dispuesta su salida. Una luz más clara está lista para brillar sobre todos los que siguen al que es la luz del mundo.

Todo el que tome sobre sí el yugo de Cristo, con la plena determinación de obedecer la palabra de Dios, tendrá una experiencia saludable, simétrica. Gozará de las bendiciones que le vendrán como resultado de haber escondido su vida con Cristo en Dios. En su vida de negocios llevará a cabo los principios expuestos por Cristo en el Sermón del Monte. Renunciará a la bolsa de pesas engañosas y al fraude en el trato comercial…

Se siente parte de la firma celestial y siente que es su deber traficar con los talentos que Dios le dio. Se da cuenta que ha sido adoptado en la familia de Dios y que debe comportarse para con todos así como Cristo se comportó cuando estaba en la tierra. ¡Qué obra diligente y constante es la de un verdadero cristiano! …

Posee una genuina modestia y no habla de sus cualidades y realizaciones. La autoadmiración no es su parte de experiencia. Hay mucho que aprender en cuanto a lo que abarca el verdadero carácter cristiano. No es ciertamente autoensalzamiento…

La gloria y majestad de Dios debería llenar siempre nuestras almas de un santo respeto, humillándonos en el polvo delante de él. Su humillación, su amplia y profunda compasión, su ternura y amor nos son dados para fortalecer nuestra confianza y quitar el temor que lleva a la esclavitud… Cristo irá a morar con cada alma que diga de corazón: Ven. Ama a todo el que tiene el deseo de seguirlo.

—The Review and Herald, 23 de octubre de 1900. (En los Lugares Celestiales – 27 de Junio).


Cita 45

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mateo 5:48.

Para que la edificación de nuestro carácter sea grata a Dios debemos avanzar constantemente en espiritualidad. Debemos considerar como algo sin valor todo aquello que amengüe nuestra fe y confianza en nuestro Redentor. Cuanto más luz brilla en nuestras almas, tanto más se nos exige que reflejemos esa luz sobre otros. Dios desea que dejes brillar tu luz sobre el mundo…

Descansando en el amor de Cristo, confiándole al Redentor y Dador de la vida el llevar a cabo para ti la salvación de tu alma, verás, al acercarte cada vez más a él, lo que significa estar a la vista del Invisible. Dios desea que reposemos confiados en su amor. El contentamiento que Cristo da es un don infinitamente más valioso que el oro, la plata y las piedras preciosas…

Tus facultades perceptivas aumentarán en poder y agudeza si tu ser entero, cuerpo, alma, espíritu, está consagrado al cumplimiento de una obra santa. Esfuérzate al máximo, en y mediante la gracia de Cristo, por alcanzar la norma elevada que tienes delante. Puedes ser perfecto en tu esfera como Dios lo es en la suya...

Sometiendo tu voluntad a la suya mejorarás en el habla y en las concepciones espirituales… Debes cuidar celosamente las facultades mentales de la mente. Tus pensamientos deben estar bajo el control del Espíritu Santo… Tu obra es avanzar hacia la perfección, progresando constantemente, hasta que al fin seas declarado digno de recibir la vida inmortal. Y aun entonces la obra de progreso no cesará sino que seguirá por la eternidad.

—Carta 123, 1904. (En los Lugares Celestiales – 28 de Junio).


Cita 46

Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. Marcos 3:35.

Una fuente pura no puede dar origen a una corriente impura; tampoco el verdadero cristiano pronunciará palabras ofensivas, ni entrará en discusión con los que lo rodean.  Cuando le entregamos el corazón a Dios, tenemos que luchar constantemente, porque debemos hacer frente al enemigo de toda justicia. Empleará todos los medios posibles para desanimarnos y derribarnos. El mundo se opone a Cristo y a su obra. Pero los que tratan de cumplir la voluntad de Dios tienen este consuelo: Están unidos con las más altas autoridades del cielo.

Al confiar en Cristo, al avanzar paso a paso, los hijos de Dios obtendrán la victoria. Si queremos tener un lugar en el mundo venidero, tenemos que someter nuestra voluntad a la de Dios. Tenemos que seguir la luz que ilumina nuestra senda… Nadie piense que mientras vive en transgresión, podrá entrar por las puertas de la santa ciudad. Aquellos que se encuentren en rebelión contra Dios cuando Cristo venga, no serán admitidos en las cortes celestiales. Ningún rebelde entrará en el cielo.

Cada día debemos prepararnos para el reino de gloria. La norma de Dios debe probar nuestros caracteres. Si pasamos la prueba, se nos dará un lugar entre los redimidos. El cielo debe llenar nuestro corazón y nuestra vida diaria. Cristo es un todopoderoso ayudador, y los que lo siguen no andarán en tinieblas, sino que comprenderán los pensamientos del cielo. Oirán la voz del verdadero Pastor y avanzarán por la senda de la obediencia.

Debemos escudriñar las Escrituras por nosotros mismos. Al escrutarlas como tesoro escondido, las verdades que encontremos nos darán fortaleza para resistir en el día de Dios. El Señor nos considera responsables por aquellos que nos rodean. Hay pecadores que salvar; almas que ganar. ¿Permitiremos que la iniquidad nos separe de Cristo y de la obra que nos ha encargado hacer? Cada uno de nosotros diga: “No le fallaré al Salvador. No debe morir en vano por mí. Quiero alabarlo por toda la eternidad. Quiero llegar al cielo a cualquier costo”. ¿Quieren ver ustedes al Rey en su hermosura? ¿Quieren estar de pie frente al trono blanco? Entonces tienen que obedecer los mandamientos de Dios…

—Manuscrito  31, del 7 de noviembre de 1886, “Sometamos nuestra voluntad a la de Dios”. Sermón pronunciado en Torre Pellice, Italia. (Cada Día con Dios – 7 de Noviembre).


*Las citas de este libro se actualizan constantemente

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