Cita 1
El que se arrodilla ante un hombre caído y le expone en la confesión los pensamientos y deseos secretos de su corazón, rebaja su dignidad y degrada todos los nobles instintos de su alma. Al descubrir los pecados de su alma a un sacerdote -mortal desviado y pecador, y demasiado a menudo corrompido por el vino y la impureza- el hombre rebaja el nivel de su carácter y consecuentemente se corrompe. La idea que tenía de Dios resulta envilecida a semejanza de la humanidad caída, pues el sacerdote hace el papel de representante de Dios. (Conflicto de los siglos. Pág. 624) Por Will Chavarría, Costa Rica.
Cita 2
“La verdadera confesión es siempre de un carácter específico y declara pecados particulares. Pueden ser de tal naturaleza que solamente puedan presentarse delante de Dios. Pueden ser errores que deban confesarse individualmente a los que hayan sufrido daño por ellos; pueden ser de un carácter público, y en ese caso deberán confesarse públicamente. Toda confesión debe ser definida y al punto, reconociendo los mismos pecados de que seáis culpables.”—La Fe por la cual Vivo 120.3
Cita 3
“Muchísimas confesiones no debieran ser pronunciadas jamás ante oídos mortales; porque los resultados son tales que ningún juicio limitado y finito de los seres humanos puede anticipar…. No confiéis a oídos humanos aquello que sólo Dios debiera oír.”—Testimonies for the Church 5:645.
Cita 4
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.
Vendrán las tentaciones del enemigo; pero, ¿le daremos la ventaja de quebrantar todas las barreras al ceder aunque sea en una jota a los más estrictos principios de integridad? Si cedemos en lo más mínimo, lanzará sobre nosotros una tentación tras otra, hasta que vayamos directamente en contra de las claras afirmaciones de la Palabra de Dios, para seguir los planes y hacer la voluntad de Satanás.
Este y su confederación de ángeles malignos están siempre alerta para ver por qué medios pueden engañar y arruinar a las almas que se han enrolado bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Emanuel. Corrieron bien por un tiempo, probaron y vieron que el Señor es bueno; pero cuando cayeron en el pecado anduvieron en tinieblas. Cuando cayeron en tentación deben de haber dejado de mirar a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Pero al confesar sus pecados, crean que la Palabra de Dios no falla, sino que el que ha prometido es fiel. Es tanto su deber creer que Dios cumple su palabra y perdona sus pecados, como confesarlos.
Deben ejercer fe en Dios puesto que hará exactamente lo que ha prometido en su Palabra, y perdonará todas sus transgresiones. ¿Cómo podemos saber verdaderamente que el Señor es nuestro Redentor, que perdona nuestros pecados, y comprobar que dispone de santidad, gracia y amor en nuestro beneficio? ¡Oh, debemos creer sin reservas en su Palabra, con espíritu contrito y obediente! No hay necesidad de que andemos contristados y arrepintiéndonos siempre, como si anduviéramos bajo una nube de constante condenación. Crea en la Palabra de Dios, mire constantemente a Jesús, medite en sus virtudes y su misericordia, y surgirá en su corazón un odio incontenible hacia el mal. Se contará entre los que tienen hambre y sed de justicia.
Mientras más de cerca examinemos a Jesús, más claramente veremos nuestros propios defectos de carácter. Al ver nuestras faltas, confesémoslas a Jesús, y con el alma verdaderamente contrita cooperaremos con el poder divino del Espíritu Santo para vencer todo mal. Si confesamos nuestros pecados, debemos creer que son perdonados, porque la promesa es positiva.
—The Review and Herald, 21 de marzo de 1912. (Cada Día con Dios – 21 de Marzo).
Cita 5
El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13.
Por un manto babilónico y un miserable tesoro de oro y plata, Acán consintió en venderse al mal, para acarrear sobre su alma la maldición de Dios, malograr su acceso a una rica posesión en Canaán y perder toda posibilidad de participar en el futuro de la herencia inmortal en la tierra nueva. Tan grande fue su osadía y testarudez que hasta el último momento Josué temió que sostuviera su inocencia, para obtener la simpatía de la congregación e inducirla a deshonrar a Dios. No habría confesado si no hubiera esperado que al hacerlo podía evitar las consecuencias de su delito. Esta esperanza le sugirió su aparente sinceridad al reconocer su falta y al dar los detalles relativos a su pecado.
De esa manera confesarán los culpables sus pecados cuando comparezcan condenados y sin esperanzas ante el tribunal de Dios, cuando cada caso hay sido decidido para vida o para muerte. Las confesiones hechas entonces serán demasiado tardías para salvar al pecador. Hay muchos profesos cristianos cuyas confesiones son semejantes a la de Acán. Desean, en general, reconocer su indignidad, pero no quieren confesar los pecados que gravitan sobre su conciencia, y que han contribuido a que Dios esté enojado con su pueblo. Así muchos ocultan pecados de egoísmo, abuso, deshonestidad hacia Dios y su prójimo, pecados en el seno de la familia, y muchos otros que corresponde confesar en público. El arrepentimiento genuino proviene de una comprensión del carácter ofensivo de pecado.
Estas confesiones generales no son el fruto de una verdadera contrición ante Dios. Dejan que el pecador, lleno de un espíritu de complacencia propia, siga adelante como en lo pasado, hasta que su conciencia se endurece, y las amonestaciones que antes lo alarmaban apenas producen una impresión de peligro, y después de un tiempo su conducta pecaminosa les parece normal. Demasiado tarde sus pecados los alcanzarán, en el día cuando no puedan ser expiados ni con sacrificios ni con ofrendas. Hay una enorme diferencia entre admitir ciertos hechos después de haber sido probados, y la confesión de pecados conocidos solamente por nosotros y Dios.
—The Signs of the Times, 5 de mayo de 1881. (Cada Día con Dios – 5 de Mayo).
Las citas me ha servido mucho, pero en especial para crecer espiritualmente
Gracias Dios y Jesús, y tbn gracias hno .
Me gustaMe gusta