Su Resurrección

Cita 1

El que había dicho: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar” (Juan 10:17), salió de la tumba a la vida que estaba en él mismo. Murió la humanidad, no murió la divinidad.

—Mensajes Selectos 1:354-356.


Cita 2

La resurrección de Jesús fue una muestra de la resurrección final de todos los que duermen en él. El cuerpo resucitado del Salvador, su porte, el acento de su voz, eran familiares para sus seguidores. En forma semejante se levantarán los que duerman en Jesús. Conoceremos a nuestros amigos así como los discípulos conocieron a Jesús. Aunque hayan quedado deformados o desfigurados en esta vida mortal, sin embargo en su cuerpo resucitado y glorificado se preservará su identidad individual, y reconoceremos a los que amamos por su rostro radiante con la luz que brilla del rostro de Jesús.—The Spirit of Prophecy 3:219.


Cita 3

Cuando Jesús, pendiente de la cruz, exclamó: “Consumado es,” las peñas se hendieron, tembló la tierra y se abrieron algunas tumbas. Al resurgir él triunfante de la muerte y del sepulcro, mientras la tierra se tambaleaba y los fulgores del cielo brillaban sobre el sagrado lugar, algunos de los justos muertos, obedientes a su llamamiento, salieron de los sepulcros como testigos de que Cristo había resucitado. Aquellos favorecidos santos salieron glorificados. Eran santos escogidos de todas las épocas, desde la creación hasta los días de Cristo. De modo que mientras los príncipes judíos procuraban ocultar la resurrección de Cristo, hizo Dios levantar de sus tumbas cierto número de santos para atestiguar que Jesús había resucitado y proclamar su gloria. PE 183.1

Los resucitados diferían en estatura y aspecto, pues unos eran de más noble continente que otros. Se me informó que los habitantes de la tierra habían ido degenerando con el tiempo, perdiendo fuerza y donaire. Satanás tenía el dominio de las enfermedades y la muerte; y en cada época los efectos de la maldición se habían hecho más visibles y más evidente el poderío de Satanás. Los que habían vivido en los días de Noé y Abrahán parecían ángeles por su gallardía y aspecto; pero los de cada generación sucesiva habían resultado más débiles, más sujetos a las enfermedades y de vida más corta. Satanás ha ido aprendiendo a molestar y debilitar la raza. PE 184.1


Cita 4

Los ángeles rodeaban como una nube al Hijo de Dios, y mandaron levantar las puertas eternas para que entrase el Rey de gloria. Vi que mientras Jesús estaba con aquella brillante hueste celestial en presencia de Dios y rodeado de su gloria, no se olvidó de sus discípulos en la tierra, sino que recibió de su Padre potestad para que pudiera volver y compartirla con ellos. El mismo día regresó y se mostró a sus discípulos, consintiendo entonces en que lo tocasen, porque ya había subido a su Padre y recibido poder. PE 187.1


Cita 5

“Su resurrección es figura y garantía de la resurrección de todos los justos muertos.”—El Deseado de Todas las Gentes, 716.


Cita 6

“El que dijo: ‘Yo pongo mi vida para volverla a tomar,’ salió de la tumba por la vida que había en él. La humanidad murió; la divinidad no muere.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1113.


Cita 7

“Únicamente el que es uno con Dios podía decir: ‘tengo poder para poner mi vida y tengo poder para volverla a tomar.’ En su divinidad, Cristo poseía el poder de quebrar las ligaduras de la muerte.”—El Deseado de Todas las Gentes, 716.


Cita 8

“Está investido con el derecho de dar la inmortalidad. La vida que él depuso en la humanidad, la vuelve a tomar y la da a la humanidad. ‘Yo he venido, dijo, para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.’”—El Deseado de Todas las Gentes, 716.


Cita 9

Cristo es la vida. El que pasó por la muerte para destruir a aquel que tiene el imperio de la muerte es la fuente de toda vitalidad. Hay bálsamo en Galaad, y médico allí. Cristo soportó una muerte atroz bajo las circunstancias más humillantes, a fin de que tuviésemos vida, dio su preciosa vida para vencer la muerte. Pero se levantó de la tumba, y las miríadas de los ángeles que vinieron a contemplarle mientras recuperaba la vida que había depuesto, oyeron sus palabras de gozo triunfante cuando, de pie sobre la tumba abierta de José, proclamó: ‘Yo soy la resurrección y la vida.’”—Testimonios Selectos 4:320.


Cita 10

“La resurrección y la ascensión de nuestro Señor es una prueba segura del triunfo de los santos sobre la muerte y el sepulcro, y una garantía de que el cielo está abierto para los que lavan su carácter y lo emblanquecen en la sangre del Cordero.”—Testimonies for the Church 9:286.


*Las citas de este libro se actualizan constantemente

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