La Música

Cita 1

El Señor me ha mostrado que volverían a ocurrir justamente antes de la terminación del tiempo de gracia. Se manifestará toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. El ruido desconcertante aturde los sentidos y desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, con lo cual resulta un carnaval, y a esto se lo denomina la obra del Espíritu Santo […]. Las cosas que han ocurrido en el pasado también acontecerán en el futuro. Satanás convertirá la música en una trampa debido a la forma como es dirigida.—Mensajes Selectos 2:41-43 (1900).


Cita 2

No demos lugar a ejercitaciones extrañas que ciertamente alejan la mente de la dirección profunda del Espíritu Santo. La obra de Dios se ha caracterizado siempre por la serenidad y la dignidad.—Mensajes Selectos 2:48 (1908).


Cita 3

Cita 4

“Que todos se tomen tiempo para cultivar la voz de modo que las alabanzas a Dios se canten en tonos claros y dulces…. La facultad del canto es un don de Dios; úseselo para su gloria.”—Testimonies for the Church, 9:144.


Cita 5

“Recordemos que nuestras alabanzas van acompañadas por los coros de las huestes angélicas.”—Testimonies for the Church 6:367.


Cita 6

“Aquellos que se han de unir al coro angelical en sus antífonas de alabanza deben aprender aquí en la tierra el canto del cielo, cuya nota tónica es la gratitud.”—Testimonies for the Church 7:244.


Cita 7

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán. Salmos 40:3.

Separad el mal de vosotros, comenzad a cantar el canto de alabanza y a regocijaros aquí abajo… Entonen vuestros labios alabanzas a Dios… Los ángeles en el cielo están alabando a Dios todo el tiempo, y aquí hay mortales por los cuales Cristo dejó el celeste hogar y sufrió burlas, insultos y muerte para llevarnos a morar con él en los lugares celestiales, y ellos no ofrecen canto de alabanza. Si estáis sentados en los lugares celestiales con Cristo, no podréis dejar de alabar a Dios.

Comenzad a educar vuestras lenguas para alabarlo, y enseñadles a vuestros corazones a hacer melodías para Dios; y cuando el maligno comience a echar sombras a vuestro alrededor, cantad alabanza a Dios. Cuando las cosas anden mal en vuestros hogares, elevad una canción a las incomparables virtudes del Hijo de Dios, y os digo que cuando toquéis estos acentos, Satanás os dejará. Podréis echar afuera al enemigo con su tristeza; … y veréis con mucho mayor claridad el amor y la compasión de vuestro Padre celestial. —The Review and Herald, 5 de agosto de 1890.

En los Lugares Celestiales – 29 de Marzo).


*Las citas de este libro se actualizan constantemente

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